EL CEREBRO HUMANO Y SUS FUNCIONES
Para entendernos, nuestro
“cerebro” que nos sirve como mecanismo para evaluar todo, es un
compuesto químico en lo relativo a lo que lo forma.
Esa composición química desempeña
una gran variedad de funciones a través de actividad bioeléctrica,
dando forma a los fenómenos que se evidencian ante nuestro ser.
La estructura molecular la cual
constituye la composición química, y especialmente las secuencias de
ADN y ARN están por una parte en constante interacción bioeléctrica
con la bioquímica celular en términos de estructura y por otro lado
está continuamente bajo los efectos de rayos cósmicos que son las
formas de vida de las dimensiones subatómicas.
Como ejemplo conocido, podríamos
recordar la radiación cósmica emitida durante la fusión solar.
Los rayos cósmicos recorren la
distancia del Sol a la Tierra en ocho minutos, pasan a través de cada
parte de nuestro cuerpo, de cada célula y de sus más pequeños
componentes, creando efectos específicos por centenares en nosotros
cada segundo. Despues de atravesar la Tierra, continúan su viaje hacia
el espacio. Y en cada momento de nuestras vidas, estamos expuestos a
esta lluvia de radiación cósmica, no sólo del Sol, sino de otras
estrellas y constelaciones del universo. Al llegar a la Tierra, esa
radiación cósmica atraviesa nuestros cuerpos con diversos efectos
sobre ellos.
Por desgracia, la ciencia humana
es aún demasiado rudimentaria para estudiar estos efectos y poder
descifrarlos.
Nuestro cerebro distingue estos
rayos a través de nuestros cinco sentidos y por otras herramientas de
percepción aún indeterminadas, después interpreta cada uno de estos
efectos con el fin de evaluarlos.
Un cerebro está expuesto a su
primera programación básica mientras está en el útero de la madre.
Algunas personas apuntan incluso una preprogramación en los óvulos y
en el esperma de la cual no se es consciente y que se efectúa durante
la relación sexual. No me voy a centrar ahora en este asunto. Sin
embargo los que busquen más información sobre el cerebro pueden
consultar nuestro libro “MISTERIOS DEL HOMBRE”.
El cerebro como tal es un centro
de interpretación. No existe ninguna imagen ni sonido dentro de un
cerebro. En cierto modo es parecido a un televisor o al monitor de un
ordenador dentro de los cuales no hay nada.
La electricidad recibida desde el
exterior provee energía para un televisor como la comida a los
humanos. Los transistores, diodos, los circuitos integrados y los
microchips en el televisor interpretan y convierten la información
conocida como “radio ondas” recibidas a través de una antena o un
transmisor de cable en sonidos e imágenes y las reflejan en la
pantalla o a través de los altavoces.
Mientras el cerebro obtiene la
energía necesaria para su actividad en forma de glucosa y oxígeno a
través de nutrientes, es desarrollado por el “ALMA”, la energía de la
vida que es emitida por el sol.
Mientras, todas las actividades
que tienen lugar en nuestro cerebro son almacenadas en un cuerpo
holográmico de frecuencias conocido como “ESPÍRITU”. Como ya hemos
explicado en uno de nuestros libros titulado “Misterios del hombre”,
el espíritu humano individual, el espíritu con personalidad, se
comienza a formar en el útero de la madre a partir del día 120 de
gestación. Esto es por lo que es un abominable pecado abortar después
del día 120 de gestación.
El “ESPIRITU” que constituye el
Universo Angélico (Alam –i Malakût) y nuestro Universo físico, es
conocido como el “ESPIRITU SUPREMO” (Ruh’û Azam) en el Sufismo. Es el
“ESPIRITU” que existió antes del Universo y también es el primer ser
de la creación. Es también conocido como “Intelecto Absoluto” (Aqli-l
Awwal) en términos del conocimiento poseído, y la “Realidad de
Mohammad” (Haqikat-î Mohammadî) con respecto a su identidad (Hûwiyat).
No iré más lejos en lo que
respecta al “ESPIRITU” de lo que ya hemos escrito en nuestros otros
libros. Ya que, desafortunadamente, este tema no es fácilmente
entendido e incluso algunas personas nos acusan diciendo que “no se
puede hablar del “ESPIRITU” que ni siquiera fue conocido por el
Profeta Mohammad aleihisalam.
Asi...
El signo “Pequeño es en verdad el
conocimiento que se os ha dado del espíritu” en el Corán no fue
dirigido a los creyentes si no más bien a los judíos.
Como cuenta el Iman Gazalî, que
es un santo (wali) y un estudioso (alim) islámico, sobre el “ESPIRITU”
(ruh) en el primer volumen de su libro titulado “El renacimiento de
las Ciencias Religiosas” (IHYA-Û ULÛMID DIN), en la sección Rûbu-l
badat:
“Nunca se debería pensar que la
excelencia del Profeta no conocía la verdad del ESPIRITU (ALMA). Ya
que aquel que no conoce su ESPIRITU, no se conoce a si mismo; y
entonces, ¿cómo podría alguien conocer a su Señor si no se conoce a si
mismo? No solamente los profetas conocen la realidad del espíritu, si
no que muchos santos y estudiosos podrían conocerla también”.
Después de clarificar este asunto
sobre el ESPIRITU, volvamos al punto de las funciones del cerebro.
Ya hemos discutido que mientras
las células cerebrales desempeñan varias funciones por medio de
corrientes bioeléctricas, están continuamente expuestas a una fuente
de radiación cósmica, así varias actividades son resultado de tales
influencias.
El cerebro humano contiene
aproximadamente 120000000000 de células nerviosas, cada una en
conexión con 16000 células vecinas y capaces de realizar las funciones
de las otras, sin embargo el humano medio sólo utiliza del 7 al 12 por
ciento de esa fascinante capacidad según informes de los científicos
actuales.
Aunque utilizamos esa cantidad de
capacidad, muchas cosas que comunicamos mediante palabras, no ocurren
de hecho en el interior del cerebro.
Por ejemplo, decimos “Veo”,
sin embargo no tenemos imagen dentro de nuestro cerebro de tal
observación. No hay una imagen visual de ver en
el cerebro. Lo que hay son impulsos bioeléctrico que fluyen por las
neuronas de ese cerebro.
Decir “Veo” es de hecho una
interpretación del cerebro como resultado de la programación a la que
ha sido expuesto desde la niñez y de las influencias de la lluvia
cósmica sobre él. “Veo” representa el discernimiento de nuestro
cerebro. En otras palabras, cuando decimos “veo”, queremos decir
“percibo” y de hecho esa es la expresión real.
Conforme cambia la herramienta y
la capacidad visual, así lo hace la “percepción” y la determinación
que conlleva esa percepción.
En cierto modo nuestro cerebro es
un mecanismo de evaluación que interpreta diversas frecuencias y
ondas, y rayos cósmicos de acuerdo a su programación.
Durante el proceso de evaluación,
el cerebro almacena toda la información en un cuerpo holagrámico de
frecuencias por una parte y por otra, como un radio transmisor lo
transmite en relación a su poder.
Estas ondas emitidas recogen en
la atmósfera como las páginas de un libro las que corresponden al
código cerebral de cada persona. Si se pudiera desarrollar un
instrumento para decodificar estas señales, entonces sería posible ver
la vida entera de un individuo en una pantalla.
Realmente la notificación en los
medios religiosos de que “los libros en que todos los hechos de la
persona se contienen estarán en el aire y cada uno lo recogerá en el
Día del Juicio” va dirigida a conducir nuestra atención a esa
característica del espíritu de decodificar estas ondas.
Bien hay dos modos en los que
podemos expandir los potenciales perceptuales de nuestro cerebro del
que desaprovechamos tanto.
O se deberían desarrollar nuevos
instrumentos para expandir estos potenciales o se deberían poner en
acción circuitos perceptivos extra en el cerebro apoyados por ciertas
prácticas entre las que se encuentra el DHIKR (meditación por medio de
la repetición de los nombres de ALLAH) en primer lugar.
Es el DHIKR el que nos permitirá
expandir nuestra vista más allá de lo que vemos dándonos la
oportunidad de alcanzar un potencial de percepción más alto.
Hay un punto importante que debe
ser claramente entendido en este momento:
Los rayos cósmicos en frecuencias
variables son recibidos por el cerebro desde el exterior y son
interpretados dependiendo de la programación de cada uno. Sin embargo,
cada cerebro puede sólo evaluar la información asociada a su
programación principal por lo que no puede interpretar señales fuera
de su programación, incluso si están en el rango de su recepción.
Además, hay incontables frecuencias que la mayoría de cerebros no
pueden interpretar por que las áreas de asociación requeridas no estan
capacitadas para percibir tal información.
Sin embargo, rayos de cada
frecuencia en el universo bombardean continuamente nuestros cerebros
con unos significados particulares. Por tanto, no nos es siempre
posible decodificar tales mensajes y entrar en comunicación con tales
seres vivientes plenos de significado. ¡Ojalá pudieramos explicar esa
idea!...
El universo entero lleva su vida
como un ser consciente en cada partícula, y que feliz es el que puede
percibir eso.
El universo o los universos,
dentro del universo, que están enteramente compuestos de incontables
frecuencias, rayos y quantos, es una sola e individual sustancia, si
solamente se pudiera experimentar tal dimensión perceptiva...
Lo que llamamos imaginación es de
hecho parte de esa estructura de luz. Incluso nosotros somos seres de
luz. Pero, mientras nuestro sistema sensorial esté limitado por
nuestro cinco sentidos, estamos desafortunadamente lejos de
experimentar esta realidad.
La estructura principal es una
UNICA Y COMPLETA sustancia y todos los átomos están interconectados.
No hay seres independientes separados del resto, ni un solo individuo,
ni una sola voluntad ni un solo movimiento independiente.
Esto es de donde el hecho llamado
“DESTINO” (QADAR) toma su origen.
Entonces, ¿cómo explicó y definió
Mohammad (aleihisalam) el “DESTINO”?
¿Cómo es explicado en los
recursos Islámicos?
De hecho hay muchos signos en el
Corán y muchos hádices del Profeta que indican que todo lo que recae
sobre el hombre, independientemente de si es en el pasado o en el
presente, está ordenado en la eternidad. Hemos discutido este tema de
una manera más amplia en nuestro libro “MISTERIOS DEL HOMBRE”.
Sin embargo, aquí, mencionaré
brevemente algunos de los signos del Corán y algunos hádices del
Profeta que intruyen este hecho:
“No haréis vuestra voluntad si no
el deseo de ALLAH” (76:30)
“Es ALLAH quien te creó y a todo
lo que tu has hecho” (37:96)
“Hemos hecho todas las cosas
de acuerdo a un grado fijado” (54:49)
“No hay una sola criatura que se
mueva sobre la tierra que EL no sostenga por su crin” (11:56)
“Ningún mal recae sobre la tierra
ni en vuestras propias almas, más está en un libro antes de venir a la
existencia. Así que no puedes quejarte por lo que se te ha escapado,
ni estar exultante por lo que EL te ha dado” (57:22-23)
Después de la traducción de estos
signos, anotaré dos hádices del RasulAllah aleihisalam, para
mencionarlas sólo como ejemplos.
“ALLAH ha decretado el DESTINO de
la creación cincuenta mil años antes de que creara los cielos y la
tierra”.
Tawus narró que: “He contactado
con muchos hombres entre los compañeros del Rasul aleihisalam. A
menudo mencionaban que “TODO ESTA RELACIONADO CON SU DESTINO”.
Como una vez he oído de Ibn Omar,
el Rasul apuntó una vez:
“TODO ESTA CEÑIDO A SU DESTINO,
incluso la incapacidad, la inteligencia o la viveza”
Como podemos ver en las
anteriores explicaciones de Mohammad Mustafa aleihisalam, todas las
cosas y todoslos fenómenos que tendrán lugar están planeados desde el
mismo momento en que el universo comenzó a existir.
Nada ni nadie puede cambiar ni ir
contra su destino.
Todo esta atado a vivir su propio
destino.
Además, nuestro principal punto
de que ALLAH es AHAD nos habla de la obligatoriedad y de la claridad
de este fenómeno.
Como resultado de la carencia de
la total comprensión del hecho de que: ALLAH es el único y que no hay
otra cosa” muchas preguntas se han alzado sobre el DESTINO y muchos
equívocos se han desarrollado.
Aunque la comprensión real del
“destino” ha sido enfatizado clara y decisivamente muchas veces en los
signos comunicados por Mohammad aleihisalam y también en sus hádices.
Uno de los muchos estudiosos
Islámicos (ulama) que señaló que cualquier cosa que recae sobre el
hombre, ha sido traído a la existencia bajo el signo del “destino”, es
Imam Gazalî, que explica lo siguiente en su libro “El revival de las
Ciencias Religiosas” (Ihya-û Ulûmid Din) sección dos, segundo volumen,
con el título de “Verdad y Regulaciones” (Haqikat y Shariat).
“Eso es porque confirmamos que
todo el mal, la rebelión, el adulterio e incluso la infidelidad son
solamente por decreto, voluntad y deseo de ALLAHU Teala, y todos ellos
son puramente ciertos...”