LAS REALIDADES DEL ISLAM
Cada uno de nosotros hemos, mas o
menos, adquirido un cierto conocimiento sobre la trascendencia. No
obstante, una gran parte de este conocimiento, puede ser que incluso
la totalidad, se haya adquirido simplemente de oídas (escuchando a
otros); por lo tanto no es el resultado de nuestra búsqueda personal.
¿En qué medida nuestro conocimiento de "el islamismo (la
interpretación del Islam por los islamistas) " puede realmente
coincidir con el "La Religión del Islam", el Islam auténtico y
original?
Si Allah lo quiere, durante este
mes de Ramadán, os presentaremos nuestras propias interpretaciones
sobre "La Religión del Islam". Vais a ser instruidos por primera vez,
y de hecho, ¡muchas de las informaciones podrán sorprenderos!... Los
treinta y cuatro años de estudios personales sobre los medios
necesarios para llegar a comprender los orígenes del Islam, nos han
llevado a la convicción de que "el islamismo " generalmente discutido
y "La Religión del Islam" son, de hecho, dos cuestiónes totalmente
diferentes.
La Religión del Islam tal como es
enseñada en el noble y generoso Corán y transmitida por el Profeta
Muhammad (que la paz sea sobre El), no se presta a ningún equívoco.
¡ No hay ningún elemento que una
inteligencia normal pueda negar!
Por el contrario, en el
"islamismo o reinterpretación teológica occidental", hay una
inmensidad de cosas en contradicción con el razonamiento, la lógica y
la ciencia y que son, más bien, el producto de interpretaciones
personales erróneas que, desgraciadamente, se añaden a la esencia de
"La Religión del Islam".
Hay de hecho, dos grupos que
hablan del Islam en su pureza original. La mayoría de ellos son los
que aún están aprisionados en sus " capullos del ayer". Y afirman que
esta Religión, es una creencia que prohíbe la reflexión, el
razonamiento y la búsqueda personal. Hay otros que, una vez han salido
de sus “capullos”, buscan y reflexionan. Intentan comprender el Islam
en toda su autenticidad.
En esta obra os haremos
partícipes de nuestras reflexiones sobre el objeto de nuestra propia
investigación.
El concepto "Allah", tal como se
explica en el Corán (Al Qur’ân al Karîm), tiene un significado
completamente diferente del concepto "Dios" tal y como los seguidores,
de otras creencias deidificadoras (religión) lo entiendan.
Todas las reglas del Islam
representan las explicaciones de Allah, quien ha creado el sistema en
el que vivimos y se dirigen a la humanidad; no son las ordenes de un
Dios externo y lejano que deban de ser satisfechas.
La mayoría de las cuestiones
mencionadas en "La Religión del Islam", están basadas en una lógica y
en principios demostrados por la ciencia moderna; intentaremos
explicarlos durante este mes de Ramadán.
Partiendo de que ningún ser en
este mundo posee el poder de hablar, predicar o juzgar en el nombre de
Allah . A menos que se declare profeta, nadie está habilitado para
juzgar a nadie en lugar de Allah. Nadie tiene el derecho.
Cada uno deberá asumir las
consecuencias de lo que haya logrado por el resultado y propósito del
funcionamiento del Sistema en el que vivió! Consecuentemente, los
seres humanos deben percatarse y comprender muy rápidamente la
realidad de la vida, para que aprecien su tiempo de vida y después no
tengan que lamentarlo en la vida después de la muerte.
Todo en el Corán tiene una
explicación, una interpretación basada en la ciencia, el razonamiento
y la lógica, pues explican el Sistema, el Orden que Allah creó. Si
quedamos de vez en cuando insatisfechos al intentar explicar ciertos
puntos del Sistema, es simplemente porque escapan a nuestra
comprensión, porque hemos sido incapaces de entender su lógica.
En este primer capítulo
pretendemos sobre todo aclarar una cuestión...
Las prácticas prescritas por el
Corán al Karim, que el Profeta Muhammad (que la paz sea sobre El) nos
ha transmitido, no son un paquete compacto; son más bien acciones que
cada uno puede realizar en la medida de sus posibilidades. Cada uno
será recompensado en función del grado de cumplimiento de estas
prácticas, del mismo modo que sufrirá las consecuencias lamentables de
las que haya olvidado.
Supongamos que ciertas
condiciones os permiten practicar el ayuno, pero que hay otras que os
impiden hacer el salat...No creáis jamás que, al no hacer el salat, no
debéis ayunar. ¡Y sobre todo no cedáis nunca a los que dicen esto!
¡Cumplid todas las prácticas que podáis!
¿Abandonaríais vuestra casa
incendiándose sólo por ver una esquina en llamas? ¿No intentaríais,
por el contrario, salvarla al máximo? Del mismo modo intentad cumplir
con vuestras prácticas lo mejor que podáis, durante vuestra jornada,
pues la vida pasa rápido.
Si eres mujer y no te puedes
cubrir la cabeza por una razón u otra, que esto no te impida realizar
otras prácticas como el ayuno, el salat, o la peregrinación (Haÿÿ)!
Pues cubrirse la cabeza, hacer el salat, el ayuno o la peregrinación,
son prácticas totalmente diferentes. Acordémonos siempre de que las
recomendaciones del Corán no son un paquete compacto de programas.
Cada uno puede ponerlo en práctica según la medida de sus
posibilidades. Está claro que es preferible
realizarlo todo. Bendito sea el que así actúe.